Ocaso y Caída de Napoleón
Si bien el Congreso de Erfurt había preservado la alianza entre Napoleón y el zar Alejandro I, en 1811 las tensiones comenzaron nuevamente a crecer entre ambas naciones. A pesar de ser un ávido admirador de Napoleón desde su encuentro en 1807, Alejandro I estaba siendo presionado por la aristocracia rusa para romper dicha alianza, dado que ésta se consideraba un insulto para el orgullo ruso.
La primera señal de que la alianza se estaba deteriorando fue la forma no muy entusiasta y débil con que Rusia aplicó el Bloqueo Continental. Esto enfureció a Napoleón quien también tenía simpatía hacia el Zar, lo que le hizo sentirse defraudado y traicionado. En 1812 los consejeros del Zar le indicaron que una vasta revolución estaba fermentando por toda Alemania y que ése era el momento propicio para atacar al imperio francés y recuperar Polonia.
Gran número de tropas se desplazaron a la frontera con Polonia (más de 300.000 soldados de un ejército total de 410.000). Napoleón, sin embargo, se anticipó a esta maniobra y comenzó a expandir su ejército hasta lograr un contingente de 600.000 hombres (adicionalmente a los 300.000 que se encontraban en la península ibérica). Napoleón ignoró los consejos de no invadir suelo ruso y el 23 de junio de 1812 procedió a la invasión.
En un esfuerzo por ganar apoyo de los nacionalistas y patriotas polacos, denominó a la guerra como la "segunda guerra polaca" (la primera guerra polaca era la liberación de Polonia de Rusia, Prusia y Austria). Los patriotas polacos deseaban incorporar la parte rusa de Polonia al Gran Ducado de Varsovia y crear un nuevo Reino de Polonia, aunque esta idea fue rechazada por Napoleón, que temió que podía motivar a Prusia y Austria a declarar la guerra a Francia. Napoleón también rechazó liberar a los siervos rusos, pues temía que esto podría provocar una reacción conservadora a sus espaldas.
Los rusos bajo el mando de Mikhail Bogdanovich Barclay de Tolly no estaban en condiciones de derrotar al poderoso ejército francés y optaron por la retirada. El 16 de agosto cayó Smolensk y, tras otras victorias, los franceses siguieron su avance. Los rusos evitaron batallar en repetidas oportunidades contra la Grande Armée, aunque algunos casos, sólo porque Napoleón, extrañamente a su conducta dudo en atacar cuando la oportunidad se le presentó.
Criticado por su estrategia de contínuo repliegue, Barclay fue sustituido por Mikhail Kutuzov, quien después de mantener la misma estrategia finalmente se enfrentó al invasor en la Batalla de Borodino, la cual significó un gran triunfo para los franceses en lo que bien podría ser el día más sangriento de la historia humana.
Los rusos se replegaron nuevamente y Napoleón entró a Moscú asumiendo que Alejandro I negociaría una paz. Sin embargo, las órdenes del gobernador del ejército de la ciudad y comandante en jefe, Fyodor Rostopchin, lugar de capitular, Moscú debía ser incendiado. Tras un mes, temeroso de perder el control en Francia, Napoleón decidió salir de Moscú.
Los franceses sufrieron grandemente en su retirada de Rusia al punto que de los 650.000 hombres que la invadieron, sólo 40.000 cruzaron el río Berezina en noviembre de 1812. En total se estima que en esta campaña, 570.000 hombres del ejército francés murieron y 400.000 del ejército ruso, a lo cual hay que sumar cientos de miles de bajas en la población civil.
Existió calma en el invierno de 1812–13, mientras rusos y franceses intentaban recuperarse de sus masivas perdidas. Un pequeño ejército ruso atormentó a los franceses en Polonia, y eventualmente 30.000 tropas francesas debieron retirarse hacia los estados alemanes para reunirse con las fuerzas estacionadas allí, llegando a los 130,000 hombres, con los refuerzos de Polonia, cifra que crecería cuando Napoleón se presentase.
Tras este fracaso, Prusia se unió a la coalición, la cual ahora incluía Rusia, el Reino Unido, España y Portugal. No obstante, Napoleón asumió nuevamente el orden en Alemania, e infligió una serie de derrotas a los Aliados, que culminan en la Batalla de Dresde el 26 de agosto de 1813 , donde la tropas aliadas sufrieron bajas de más de cien mil soldados.
Si bien pareciera que Napoleón iba a resurgir, Se unieron a la Coalición Austria y Suecia, y finalmente en la Batalla de las Naciones en Leipzig, el 16 de octubre, los franceses fueron derrotados en un enfrentamiento en que los aliados contaban con el doble de las tropas de Napoleón. Después de esta batalla donde murieron más de 120 mil soldados de ambos lados, Napoleón se replegó a Francia, pero su ejército de apenas cien mil hombres ya no era capaz de resistir la embestida de la Coalición, que contaba con más de medio millón de soldados.
Los Cien días
París fue ocupado el 31 de marzo de 1814. Napoleón abdicó bajo la presión de sus mariscales y abdicó el 6 de abril en favor de su hijo. Sin embargo, los aliados presionado por la rendición incondicional y Napoleón abdicaron nuevamente, de manera incondicional, el 11 de abril. Los vencedores acordaron en el Tratado de Fontainebleau exiliarlo a la isla de Elba, una isla pequeña a 20 km de la costa italiana, manteniendo su título de emperador, pero restringiendo su imperio a dicha isla.
El Congreso de Viena (1814-1815) dispuso el nuevo orden en la Europa post-napoleónica. En Francia, los realistas instalaron en el poder a Luis XVIII. María Luisa y su hijo quedaron bajo la custodia del padre de ésta, el emperador Francisco I, y Napoleón no volvió a verlos nunca. Consciente de los deseos de los ingleses de desterrarlo a una isla remota en el atlántico y del rechazo del pueblo francés a la restauración borbónica, escapó de Elba en febrero de 1815 y desembarcó en Antibes el 1 de marzo desde donde se preparó para retomar Francia.
El Rey Luis XVIII envió al Quinto Regimiento, comandado por Delessart que había servido anteriormente a Napoleón en Rusia. Al encontrárselo en Grenoble, Napoleón se acercó solo al regimiento, se apeó su caballo y, cuando él estaba en la línea de fuego de l capitán Randon, gritó "Soldados del Quinto, ustedes me reconocen. Si algún hombre quiere disparar sobre su emperador, puede hacerlo ahora". Tras un breve silencio, los soldados gritaron ¡"Vive L'Empereur"! y marcharon junto con Napoleón a París. Llegó el 20 de marzo, sin disparar ni solo tiro y aclamado por el pueblo, levantando un ejército regular de 140.000 hombres y una fuerza voluntaria que rápidamente ascendió a alrededor de 200.000 soldados. Era el comienzo de los Cien Días.
Establecido de nuevo en París, promulgó una nueva constitución, de carácter más democrático y liberal que la vigente durante el imperio y muchos veteranos acudieron a su llamada, comenzando de nuevo el enfrentamiento contra los aliados. El resultado fue la campaña de Bélgica, que concluyó con la derrota en la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815 .
El pueblo de París lo apoyaba en la lucha pero los políticos le retiraron su apoyo, por lo que abdicó en favor de su hijo, Napoleón II. Marchó a Rochefort donde capituló ante el capitán del buque británico Bellerophon.
Exilio en Santa Helena y muerte
Napoleón fue encarcelado y desterrado por los británicos a la isla de Santa Helena, en el Atlántico, el 15 de octubre de 1815. Allí, con un pequeño grupo de seguidores, dictó sus memorias y criticó a sus aprehensores. Enfermo del estomago durante mucho tiempo, aquejado de una continua pesadez y un dolor en el costado derecho, los médicos creían que era una afección hepática, pero él sospechó inmediatamente que estaba atacado de la misma dolencia de su padre, un cirro en el píloro (cáncer de estómago). Sin embargo, nadie se lo dijo, pues acaso no estuviese él mismo muy seguro de que así fuese. Napoleón Bonaparte murió el 5 de mayo de 1821. Sus últimas palabras fueron: "France, armée, Joséphine", o, según la versión de las memorias de Santa Helena "...tête...armée...Mon Dieu !". Tenía entonces cincuenta y dos años.
Napoleón había estipulado en su testamento el deseo de ser enterrado a las orillas del Sena, pero se le dio sepultura en Santa Elena. En 1840, a instancias del gobierno de Luis Felipe I, sus restos fueron repatriados. Trasladados en fragata Belle-Poule, se depositaron sus restos en Les Invalides, París. Cientos de millones de personas han visitado su tumba desde esa fecha.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home